
Optometría
Es importante detectar lo antes posible los trastornos que dificultan el aprendizaje
- ¿Observas que a tu hijo/a le está costando iniciarse en la lectura, evita hacer deberes o muestra una actitud muy desganada?
- ¿Hace un curso o más que se inició en la lectura y sigue equivocándose en la decodificación?
- ¿Suele tener muchos errores ortográficos y la letra puede llegar a ser ilegible?
Estas pueden ser algunas de las manifestaciones de la dislexia, el trastorno más frecuente de aprendizaje de niños y niñas en edad escolar. Además, puede detectarse rápido y esto nos lleva a realizar un tratamiento más efectivo. Los chicos y chicas que lo manifiestan tienden a desarrollar baja autoestima y desmotivación ante tareas escolares.
Si observas estas características en tu hijo/a o alumno/a, no lo pienses más, cuanto antes le demos las herramientas, antes podrá sentirse mejor.
¿Cómo se relacionan tus ojos y tu cerebro?
Para nosotros es esencial analizar la información que reciben por vía visual los niños y niñas que inician los primeros aprendizajes. La lectura, la escritura y la comprensión son herramientas que requeriremos siempre en nuestra formación académica, por ello hay que fijar una buena base.
¿Cómo se complementan la psicología infantil y la optometría comportamental?
Los problemas del aprendizaje tienen diferentes manifestaciones clínicas. Por un lado, nos encontramos niños y niñas afectados emocionalmente, que dejan de creer en sus aptitudes, desarrollan un bajo autoconcepto y tienden a desconfiar de los demás porque se sienten evaluados constantemente. Esta afectación requiere de un abordaje psicológico desde un punto de vista emocional. Por otro lado, la reeducación o intervención psicopedagógica exalta los puntos fuertes de nuestros chicos y chicas y los utilizamos como punto de anclaje para reforzar todas aquellas áreas más perjudicadas. Para poder hacer esta intervención tan individualizada llevamos a cabo una evaluación exhaustiva del perfil cognitivo.
Trabajar con un equipo multidisciplinar y contar con la optometría para este tipo de casos, nos permite conocer al paciente desde varios prismas y así compensar las diferentes vías de entrada del aprendizaje. El seguimiento individual, la coordinación periódica, entre profesionales y el contacto con la familia y el centro escolar suman para obtener un buen resultado terapéutico.